sábado, 18 de septiembre de 2010

Ermita de San Bartolomé

Aprovechando un espléndido día de Agosto, decidimos realizar una visita por tierras sorianas a la enigmática ermita de San Bartolomé. Se encuentra situada en el cercano pueblo de Ucero y enclavada dentro del parque natural del Cañón de Río Lobos.

Tras el paso obligado al centro de visitantes del parque, el acceso al mismo se realiza fácilmente con diferentes zonas señalizadas para dejar el coche. La ruta que conduce a la ermita se encuentra completamente marcada y tiene una longitud aproximada de dos kilómetros.

La ermita se encuentra situada en un impresionante cañón de roca caliza, que deja a la vista innumerables agujeros y cuevas producidas por el efecto a lo largo de los años de la erosión y la disolución de la roca en el agua. En todo este paraje es frecuente que nos encontremos bajo el vuelo de buitres leonados y halcones que hacen si cabe el lugar inquietante y hermoso a la vez.

Aquí os dejo una impresionante imagen de la ermita con el cañón como protagonista.
La construcción de la ermita data del siglo XII, y se trataría de uno de los cinco conventos templarios que tenia el Temple en Castilla en el momento de su disolución, en 1312. La ermita de San Bartolomé, está enclavada en un lugar equidistante de los dos puntos más septentrionales de la geografia peninsular, los cabos de Creus y Finisterre. Este punto central es el "Omphalos" (el centro del mundo).



La advocación de la ermita a San Bartolomé, que como se sabe se le representa con su piel en las manos, ya que fué desollado vivo, y según la tradición, expulsó a un demonio, denominado "Astaroth", de un templo donde éste vivía dentro de una estatua. 

Cuenta una leyenda que el Ápostol Santiago, montado sobre su caballo, saltó desde el alto de uno de los farallones del cañón. Los cascos dejarón sus huellas sobre la piedra, cerca del camino hoy utilizado y la espada se le cayó al suelo y allí donde quedo clavada quedó revelado que sería el lugar donde se edificaría la actual ermita de San Bartolomé.

Lo primero que nos llamó la atención al observar la estructura de la ermita, fue el extraño óculo que vimos en la fachada norte y sur de la ermita. Con forma de pentalfa invertido y entrecruzado con cinco corazones todo ello enmarcado dentro de un circulo. 
Observando la parte superior de la ermita nos fuimos encontrando con innumerables canecillos que representaban diferentes objetos y formas de animales. Como casi todo en esta ermita, la contemplación de estos elementos nos dejo con bastantes incógnitas a cerca de su significado y de lo que sus creadores quisieron transmitir.

Os dejo a continuación una pequeña colección de imágenes de los canecillos que podemos ver en la ermita.












Aprovechando que durante todo el mes de Agosto la ermita se encuentra abierta al público, nos adentramos en su interior para ver que secretos nos ocultaba. 

La ermita está dispuesta en planta de cruz latina, ábside semicircular y portada al sur. Su fábrica es de sillería con abundantes marcas que los canteros dejaron para contabilizar su  trabajo. En el interior se respira un aire de armonía, sobriedad y espiritualidad gracias a que ha llegado prácticamente intacta a nuestros días.

El lugar en que se encuentra, de extrema y misteriosa belleza ya fue usado por poblamientos de la Edad del Bronce y por eremitas en la época visigoda, constituía así el ideal para el retiro místico de los templarios.
Cabe destacar cerca de la fachada norte una loseta grabada con la cruz paté templaria que no deja lugar a dudas acerca de los constructores del templo.
Tras visitar la ermita, y el bello entorno del cañón del Río Lobos nos alejamos del lugar con muchas preguntas acerca de esta misteriosa y mágica ermita y nos propusimos visitar en otra ocasión las magníficas ruinas del Castillo de Ucero o las iglesias con restos románicos de Rejas de Ucero, Santa María de las Hoyas y Arganza.